Pretendemos a través de esta modalidad instalar, en primer lugar, un espacio de encuentro entre los participantes de nuestros programas o actividades. En él continuamos –en algunos casos profundizamos– los trabajos realizados al borde de la laguna, en los bosques, entorno al fogón, en la sala de encuentros, en el doyo donde realizamos nuestras prácticas contemplativas o en la inmensidad de la Patagonia.
Nos anima el concepto de forogón, es decir, un foro con el espíritu y la luminosidad del fogón de los encuentros. Como tal abierto a aquellos interesados en conocer nuestras actividades, o quiénes quieran actualizarse en los aportes de la biología, la antropología, la filosofía y las neurociencias vinculadas a la puesta en valor de los valores, las prácticas contemplativas y de la orientación integrativa en la vida organizacional.
En síntesis, los invitamos a explorar los senderos que nos lleven al encuentro de nuevos modelos de gestión, de prácticas orientadas a conducir con serena lucidez en estos inciertos tiempos, siendo capaces de sortear los conflictos y tensiones con los que nos enfrentamos cotidianamente; preservando nuestra salud, la de la organización y de nuestras relaciones interpersonales.